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10 de febrero de 2013

Happy Chinese New Year!

Pues sí. Como para el nuestro ya voy un poco tarde y me remuerde la conciencia, he decidido ignorarlo y montarme al carro del chino directamente, y así se parece esto más a un propósito de Año Nuevo en condiciones. 

Durante mi crisis de ausencia me he sentido muy culpable por no escribiros nada de nada, y mira que leo todos los comentarios, pero por lo visto es lo que tiene estar muy estresada y un poco perdida en la existencia. Pero no es una entrada para rollos macabeos, esta. 

Es una entrada porque hoy es el día ese del que siempre hablaba Jim Rohn (si no sabéis quién es, ya os lo presentaré un día). Hay un día en el que hay que decir 'enough'. El 'hasta aquí he llegao y de aquí no paso' de mi madre toda la vida, vaya.  Uno de los propósitos es retomar escribir un rato aquí. Era muy saludable y entretenido, y además echo de menos a las fijas de mi salón victoriano. :) 

Pues eso, que ya os contaré como está el patio, además de muy mojado porque está cayendo la de dios aquí en London. 

Buenas noches

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29 de junio de 2012

Mm...Well...

Y efectivamente, no dije más ... (ver entrada anterior para retomar la clase, niños y niñas).

Para resumir: 

Lista de Cosas Que Me Han Pasado Desde Marzo/Añonuevo: 

-  RIP Lizzy (mi laptop de mis amores). Principal causa de mi desapareción en combate, que no única ni mucho menos. 

- RIP internet - Todavía estoy por vivir en una casa en London que tenga una conexión a internet decente. Ahora vamos a cambiarnos de Virgin a Sky, así que a ver si se cumple mi sueño. 

- RIP tiempo libre - Autoexplicativa. Quiere decir esto que literalmente las 24 horas del día estoy muy liada? Pues no, no literalmente pero salgo de la Nursery tarde, me meto en un Starbucks o Nero a hacer papeleo -pechá total- y cuando me doy cuenta, lo único que no tengo ganas de hacer es ponerme a escribir nada. Boo me. Boo.   

- RIP salud -  Pues eso, amiguitos y amiguitas, que estoy echa un canasto de chucherías. No he levantado cabeza desde que empecé en Octubre (normal en verdad), pero recientemente la cosa fue escalando y escalando. Y bueno, para hacerlo corto, pues después de varios virus raros, me dio un dolor en el pecho enorme y yo, que soy muy medieval para estas cosas, pues pasé de él pensando que es sólo dolor y tal. La dotora, muy directora de colegio inglés ella, me miró como si tuviera media décima de CI. "O sea, me estás diciendo que llevas con un dolor en el pecho dos semanas y no se te ha ocurrido venir antes". "U_U"  

Total, que me fui al hospital y ya os contaré, pasé allí la noche, me hicieron sietemil pruebas (todas mal hechas, me parece a mí, pero en fin, faith), y nada, no era ni neumotórax ni clot en el pulmón. Era sólo pleuritis y costocondritis. Más o menos la historia es que el virus raro que me tuvo en la cama delirando tres días (los que me conocéis sabéis que yo no llego a 36 la mitad de los días así que 40ºC durante tres días es amor de virus) se acomodó por la zona, inflamando pleura, costillas y todo lo que pilló. Una kk, vamos. 

Ya toy mejor, aunque aun grito un poco cuando estornudo. Podía ser peor, obviamente, así que en fin.

La cuestión es, sigo en London y sigo con una duda angustiosa sobre qué leches tengo que hacer con mi existencia. Estoy llegando a un punto que igual voy a ponerme a hacer una porra por internet o algo. Total, los que no me conocéis opinaréis libremente, y los que sí, pues me ayudareis igualmente supongo. Porque sois unos guapos. 

Pues nada, ya iré contando más chorradas, aunque no prometo nathin. Lo intentaré, eso sí, ya que igual es no escribir chorradas lo que me ha puesto tan seria de repente... Heh. 

Ya os contaré cosas del Jubilee, de las Olympics (tocando las narices ya y no han empezado) y demás bichos guarderiles. 

Over and Out. 

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12 de marzo de 2012

The Return...

No digo más. :)

1 de enero de 2012

Of 2011, 2012 and Lovely Friends

Querido 2011:

Por dios bendito, qué puñetero que has sido. Una amiga mía que cree en todo eso de la numerología y tal, me aseguró que ibas a ser molón y bueno para la humanidad. Mi amiga es muy buena en otras cosas, así que no pasa nada en verdad. 

No has tenido piedad. Te has llevado a seres queridos de mis seres queridos. Te has llevado trabajos y oportunidades, dinero, y una larga lista de otras cosas, demasiado larga para ponerla en lo que intento que sea una felicitación corta. No has sido un chico bueno PARA NADA. 

Sin embargo, también trajiste algunas cosas buenas, probablemente como daño colateral y sin que te dieras cuenta. Trajiste nuevas vidas para compensar las que quitaste, como era tu deber. Juntaste amigos y terminaste enemistades. Y me trajiste de vuelta a London, con todo lo que London significa.

No te ofendas, pero casi que nos alegramos mucho de verte marchar.

Requiescat in Pace, o algo.   


Querido 2012,

Ya has leído lo que le he dicho a 2011. El que avisa no es traidor.

Mucho ojo con lo que traes contigo. NO copies a 2011. No es lo más inteligente ni de lejos.

Además, no seré tan benévola. Si osas a traer más infelicidad a todos mis amiguitos y amiguitas por el mundo, seré despiadada y te detruiré. Una panda de mayas ancestrales estará encantada de ayudar, he escuchado por ahí.

Estaremos vigilando.


Y finalmente, Queridos amiguitos y amiguitas en todo el mundo: 

Sois muy guays. Gracias por todo. A mí no siempre se me entiende y no siempre parece que estoy por ahí, pero lo estoy, y lo más guay es que vosotros estáis también. Extra-gracias si habéis soportado todos mis angustiosos pros y contras acercade TODO este año.No os merecéis más que cosas buenas.

Os deseo una estupenda entrada de año y a ver si 2012 nos ve sonreir un poquito más. 

 Os dejo también un video que Piluna y Masi ya sufrieron ayer. Sin ser particularmente fan de este muchacho, esta canción me ha sacado de más de una y más de dos, así que hale.

Ya sabéis. Saber que se puede, querer que se pueda. 




PD: Ya os cuento cómo fue la Nochevieja para esta enviada especial londinense. Ya os chivo de antemano que fue la leche. LA LECHE.

18 de diciembre de 2011

Of... London.

Casi me da miedo hacer las cuentas del tiempo que hace que no me paso por aquí. 

Qué le habrá pasado a esta ahora? Se preguntará alguno por ahí, espero, aún. Pues muchas cosas, amiguitos. 
Entre ellas, y una de las más importantes detrás de mi mutismo absoluto, es que Lizzy ha hincado el pico. 

Lizzy --> Mi preciado notebook (el ordenador chiquitillo, vamos)
Hincar el pico --> Espicharla, palmarla, dejar de respirar, o como diría mi padre, entregar el correaje. 

Pues eso, que un día fui al baño y cuando volví, encontré a Lizzy mustia y apagada. Apagada del todo. Yo quiero pensar que está sólo en coma y que algún día despertará. Concretamente el día en que le dé dos patadas o algo. No sé. 

El caso es que si antes me costaba sacar un rato pa ponerme a darle a la tecla, ahora sin Lizzy, que lo que estoy usando es mi móvil, pues es un martirio. De hecho, esta entrada que estáis ahora leyendo la he escrito durante semana y media a ratos, así que disculpas por los saltos argumentativos que esto va a tener.

Bueno, antes de que se me vaya de las manos. Datos: 

Estoy en London. Yuju! 

Estoy trabajando en una Nursery que da para dos o tres telenovelas, de las largas además, así que no tanto yuju. Madre de dios. Con razón necesitaban tanta gente. Dinastía una mierda comparado con lo que hay metido allí. Pero ya contaré. Quitando eso, padres madres y nenes están muy contentos conmigo allí, así que yo ya empiezo a estar más contenta también. Muy cansada pero contentilla. 

Hoy me ha parecido ver dos copos de nieve cayendo. No estoy completamente segura, pero creo que era copos. La lluvia no se bambolea en el aire tanto tiempo. 

Mi habitación es tan pequeña que estoy casi de puntillas pasando de un lado a otro, echando unos gemelos de envidia. Como pro, estoy viviendo con una compañera de clase y otra chica (bueno y dos chavales supuestamente, pero como los he visto dos veces en dos meses, no cuentan). No tengo salón, así que me paso la vida en la cajilla de zapatos, o en la Nursery, o en la cocina. Pero en fin, los comienzos nunca son fáciles y ya sabía a lo que venía. Y es London. 

Y sobre todo...es London en Navidad. Voy a intentar subir alguna foto aquí, no sé como. Porque en realidad da lo mismo, al final es London. 

Por cierto, bajo el día 24. Una semana de nada, que no tengo más vacaciones, pero bueno, algo es algo. 

Y bueno, no sé qué más decir en esta entrada-reencuentro. Pedir disculpas me parece un poco como si en realidad la gente estuviese ahí esperando a saber de mi increíble e interesante vida, aportación básica para la humanidad y la continuidad de la raza... pero que sinceramente espero que os lo hayais estado pasando pipa en la Drawing Room sin mí (las pastas y el té se rellenan mágicamente, por eso no estoy preocupada xD), y que ya os iré contando anécdotas, sobre todo de la Nursery, que es donde ahora vivo prácticamente.

Buenas noches, 

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22 de octubre de 2011

Of Epitaphs, Concrete Ramps and Chihuahuas

Sobre Epitafios, Rampas de Hormigón y Chihuahuas

La primera vez que oí lo que podría ser perfectamente mi epitafio -si algún día me da por ser presuntuosa y hacer que me hagan uno- se suponía que yo no debía estar escuchando la conversación que mi madre estaba teniendo con sabe dios quién en ese momento. 
Mi madre no estaba muy contenta conmigo que digamos por entonces. Y en realidad con razón, ya que les había dado un susto de muerte a ella y a mi padre, cuando subí del patio con las rodillas, manos y cara desolladas. 

"Muy resuelta, nos ha salido ésta, por no decir otra cosa..."

Ni que decir tiene que no estaba alabando mi determinación ni mi capacidad resolutiva. Lo que había ocurrido había sido lo siguiente:

Solía haber una rampa muy empinada donde mi padre aparcaba el coche, ahí en plan terraplén de arenilla detrás de los pisos. Día tras día, yo veía a los niños más mayores que yo correr rampa abajo -rampa hecha de hormigón de éste granulado, para más señas-, tomando velocidad hasta que, triunfantes, llegaban al final sin matarse. Y así es como, sin darme cuenta, una idea había empezado a germinar en mi cabecilla.

Yo tenía cinco o seis años entonces, creo. Quizá siete. Y por desgracia ya me había visto yo a mí misma rampa abajo. Recuerdo quedarme observando muy atenta a los niños que conseguían bajar la rampa sin romperse la cabeza ni nada (viva el aprendizaje vicario :D) y también tomando nota de qué NO hacer gracias a unos cuantos melones que sí se partían cosas, por imprudentes.

Mi madre, siendo mi madre, se había dado cuenta de mis miradas analíticas y mis ojillos brillantes. "Ni se te ocurra. Es peligroso y estúpido hacer eso", me advirtió la pobre, seriamente. Pero ya era tarde. Yo ya estaba bajo el hechizo de aquella estúpida y peligrosa rampa, que en realidad me daba pánico, y por lo tanto me atraía de manera brutal.

Así que pasado el período oportuno de observación, un día decidí que finalmente estaba lista para intentarlo, cuando no estaba bajo supervisión parental. El primer intento fue un fracaso; perdí todo el fuelle, el valor y la dignidad nada más acercarme al borde de la rampa, así que me paralicé por completo. Además, no podía dejar de mirar hacia la ventana de mi salón, que daba a ese lado, por si mi madre me pillaba in fraganti. Derrotada, me fui a mi casa, pero incapaz de dejar de darle vueltas.

Las siguientes veces intentaba distintas cosas. Me acercaba cuando nadie me veía, pero no lo hacía. Otras veces hacía como la que iba a tirarse, y daba unos cuantos pasos más, pero siempre hasta donde podía volverme, y siempre me volvía.  Hasta que un día, un glorioso día, me cogí por sorpresa, reuní valor, y seguí adelante.

Ni que decir tiene que fue un completo desastre y acabé rodando rampa abajo cual croqueta muy torpe. Resulta que era mucho más difícil de lo que yo había calculado -la variable de mi falta de equilibrio había sido ignorada, por ejemplo. Y bueno, hubo consecuencias peores que la sangre y el desollamiento general, porque resulta que mis padres eran muy estrictos con cualquier actividad que pudiera acabar en nuestros fallecimientos prematuros.

Pero ah, la sensación....Sangre, consecuencias y vergüenza total al margen, la cuestión es que lo había conseguido. Casi me mato, vale, pero aun hoy recuerdo claramente la sensación de haberlo conseguido. Había superado mi miedo y había bajado por la rampa. La perfeción en la ejecución no era mi prioridad todavía.

Después de esa primera, vinieron muchas rampas, claro. Porque, hasta la fecha, el proceso no ha cambiado mucho por desgracia, y cuando los susurros de una idea se instalan en la parte trasera de mi coco, tengo que ir hasta el final para callarlos.

Las rampas sí que han ido cambiando a lo largo de los años.

Hubo una rampa no mucho después de aquella primera con la forma de una bici sin ruedines. Montón de horas y frustraciones y desollones después, una mañana descubrí que me había enseñado a mí misma a montar en bici.  Mordor 0 - MiniYo 2

Luego estuvo esta otra rampa con la forma de un columpio de neumático. La idea era dar la voltereta hacia atrás agarrada firmemente a las cadenas, acabando en un aterrizaje perfecto mirando al suelo y con los pies juntos. Una tarde por fin lo conseguí. También, con mucha dignidad, recogí un par de trozos de diente del suelo e informé a mis amigos, escupiendo, que me iba un momento a mi casa, que ahora bajaba. Obviamente, no bajé, ni esa tarde ni en unas cuantas más, pero en fin. Mordor - 0  MiniYo 3

Otra rampa cogió la forma de una piscina donde no hacía pie en ninguna parte. me costó dos veranos y mucha vergüenza, porque ya no era tan niña, pero la idea ya estaba ahí.Por lo tanto, Mordor 0 - MiniYo 4

Y así muchísimas más que podría contar hasta que, finalmente el año pasado, me tiré por la rampa que acababa en un país extranjero, casi sin pelas, sin conocer a nadie, yo solita. Pero tenía que hacerlo. El martilleo se había vuelto insostenible. Mordor 0 - MiniYo MUCHO.

Por mucho que yo piense todo lo contrario, puede que mi madre tuviera una mijilla de razón aquel día. Quizá soy demasiado resuelta para tonterías, o al menos la parte obsesiva de mi cabeza lo es. O quizá cuando dijo eso de 'por no decir otra cosa', a lo que se refería era a que soy más que nada imbécil y cabezona, empujándome a mí misma hacia rampas por las que no necesito rodar en realidad en lugar de conformarme con la seguridad de lo conocido y lo fácil. Vete tú a saber. 

La cosa es que así es como funciona, y en el momento en que algo (o alguien, como bien aprendí cuando fui creciendo y empecé a mezclarme con hombres...) me interesa, me parece complicado o imposible de conseguir, comienza la batalla entre el pánico total y el deseo absoluto. No importa el miedo que me dé, los susurros no se van hasta que lo intento de alguna manera. Y normalmente por una razón.

La cosa, que tiene guasa, es que ni siquiera se trata de tener éxito al final, al menos no en su idea tradicional. De hecho, la mayor parte del tiempo acabo de nuevo rodando cual croqueta torpe y desollada. Pero en verdad merece la pena. Primero, porque para mí el éxito es tirarme por la rampa. Y los resultados reales pues oye, un bonus. Y segundo y casi más importante, porque los remordimientos y los susurros desde Mordor, tal y como yo los conozco, son mil veces peores que cualquier brecha que jamás me he hecho tirándome por cualquier rampa por la que jamás me he tirado.

La última rampa la llevaba observando durante un tiempo, como algunos ya saben. Una rampa a la que a día de hoy no le veo yo el final muy claramente. Resulta que he vuelto a London, después de mucho perder pelo, peso y sueño. Y cordura, obviamente.

Y ya no soy aupair, ni pertenezco al limbo algodonado en el que viven. Ahora ya me he hecho mayor, y empiezo a trabajar en una Guadería/escuela infantil este lunes 24, amiguitos, y estoy, por decirlo así más elegantemente, una mijita aterrada. De repente me doy cuenta de que no tengo ni idea de qué estoy haciendo ni qué tengo que hacer (vale, lo normal cuando se es nuevo blababla), pero no sólo por el trabajo. A este ritmo de perder pelo, peso y cordura, calculo que en un par de semanas me habré convertido en un chihuahua. En fin.

Tengo muchas ganas de salir pitando, o de quedarme debajo del edredón, como hice esta mañana hasta que me dio vergüenza por mis compañeros de piso, que soy nueva y tampoco es cuestión de ganar fama innecesariamente pronto. Pero ya he llegado a un punto de la rampa en que he pasado el Punto de No Retorno, ya no puedo volver patrás, y estoy ahí cogiendo velocidad. Y aunque seguramente acabaré con las manos, las rodillas y la cara echada abajo, igual tenía que hacerlo.

Y oye, sobreviví mi primera rampa de hormigón a los seis años. Igual mi madre estaba sobre la pista de algo, ese día.

Seguiremos informando. En serio esta vez!

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9 de octubre de 2011

Of Wisdom On Two Legs

Porque la tengo aquí al lado y se ha quedado toda la inspiración de las dos, y aunque seguro que algunos ya lo habéis leído: 


PD: Volveré... (en menos de lo que pensáis... :D)

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