... que toda fan de Jane Austen que se precie debe ir a visitar su casa-museo tan pronto como le sea posible.
Dado que servidora ha tenido mucha suerte y ha encontrado una amiguita aupair que también está un poco pallá con todo el rollo de leer y de tiempos pasados y tal, el pasado mes de Agosto por fin pude cocretar un viajecillo a Chawton, Alton, en Hampshire.
La noche antes estaba completamente emocionada. Dibujé un cutre-mapa de la zona, cargué la cámara, compré provisiones, pensé en ponerme algo de época, desistí posteriormente... en fin, lo que son los preparativos de una excursión molona de toda la vida.
El viaje en tren fue ya espectacular. Primero porque yo iría en tren a todas partes, y segundo porque la campiña inglesa... Voy a parar aquí antes de comenzar con el babeo british, pero bueno, ya os imagináis.
Eso sí, en toda excursión británica que se precie, no puede faltar la lluvia, así que nos empezó a llover en el momento en que pusimos pie fuera de la estación de tren. Más que lluvia era drizzle fuertecito, pero hacía viento desagradable, así no disfrutamos mucho de Alton, la verdad. Seguimos todas las indicaciones que claramente estaban especificadas en mi cutre-mapa...hasta que llegamos a una carretera enorme, tipo nacional con rotonda, y más allá, la nada.
A mí me dio la sensación de que debíamos seguir el caminillo de tierra que se llamaba Winchester, ya que recordaba que había algo Winchester cerca de la casa. Pero encontramos una señal.
Toda la vida de dios, para mí, y resulta que para E. también, esta señal es calle o camino sin salida. O sea, que no podía ser por ahí. Así que la alternativa era ir carretera nacional a través.
Mi amiguita E. no tiene ningún tipo de reparos a la hora de arriesgar la vida por lo visto. Pero yo señores soy una cobardica de libro, así que decidimos vovler sobre nuestros pasos con la esperanza de ver la luz, o en último caso, preguntar a algún simpático lugareño. Cualquiera que me conozca un poquito sabe que preguntar a alguien es una de las últimas medidas que contemplo, así que obviamente, es E. la que encargada de parar a la chavala más agradable y servicial del universo. La muchacha hasta nos dibuja un mapa en un ticket de una tienda.
Y bueno, resulta que yo tenía razón y que había que coger el caminito Winchester. Y que aquí en England, o al menos en Alton, la señal arriba mencionada sólo se aplica a los vehículos. Lo que es la ignorancia.
Mi cutremapa totalmente olvidado en favor del cutremapa actualizado de Lovely Lugareña, seguimos el caminito Winchester hasta que llegamos a donde teníamos que llegar:
Chawton, aunque es una aldeílla a parte, al parecer forma parte de Alton. Y Alton es un micro-pueblo, así que imaginad cómo es Chawton. Pero al margen del tamaño, yo tenía grandes expectativas, ya que había leído en todas partes que sus casas y edificios siguen siendo los mismos que había en el siglo XIX, es decir, en 1809 que creo que fue que las mujeres Austen se mudaron a la casita que hoy es su museo.
Y mirad. Si no fuera por los coches dando por saco, aquello es la viva imagen de Longbourn.
Seguimos andando y mirando casitas y fotografiando casitas, cuando de repente llegamos a una rotonda y a la civilización (esto era un caminillo con casas a los lados nada más). Y veo lo siguiente:
Cassandra´s Cup Tea Rooms, un café monísimo y totalmente de la época.
Después de leer cienes y cienes de historias de otros peregrinos al sitio, se me viene a la cabeza que muchos han hablado acerca de un sitio justo al lado de la casa con el nombre de la hermana, Cassandra Austen. Comparto toda mi información con E., así que pensamos que no debemos de andar muy lejos ya.
Miro hacia una rotondilla y veo que hay un cartel que señaliza como para arriba. Y justo me dispongo a decírselo a E. cuando tengo La Epifanía.
"E," digo, paralizada por la emoción. "Que es aquí. Que ésta es la casa.
A servidora, que no le hace falta mucho pie para emocionarse como la friki que es, le empieza a entrar el gusanillo estomacal éste típico de las Fans del Fenónemo Fan. Es aquí donde Jane escribió muchas de sus novelas. Es aquí donde paseó y donde revisó mi adorado Pride and Prejudice. Es esa la puerta por la que salía a la calle a pasear.
Y hasta aquí la primera parte, que se me está haciendo tarde y para contarlo a la bulla mejor no contarlo.