Pues nada, ya se ha acabado el enorme mes de vacaciones que tenía por delante.
Yo no sé si os pasa, pero yo odio hacer la maleta.
*Reconstrucción fidedigna de la situación actual |
En realidad es más rollo amor-odio, porque me pasaría las horas haciendo plánines y listas para todo lo se puede planear y poner en listas. Pero cuando lo he dejado todo para el último día, tengo sueño, y la temperatura a la una de la mañana sigue siendo tal que el ventilador no da abasto, pues las pequeñas decisiones como qué camiseta me llevo para estar por casa, si la gris o la gris con estampado de ojos, se transforman en atacar o no atacar un país colindante.
Así que me he dicho, pues voy a comerme un polo de naranja mientras me comunico con mis amiguitos y amiguitas.
Y nada, lo dicho. Que mañana empieza la segunda parte de la odisea londinense.
Y no estoy pensando en el trago del avión. No lo estoy pensando. Para nada. No estoy buscando el diazepan como una loca ni he visitado varias veces el foro de los paranoicos voladores. :D
Hale,see you!