7.07 pm. Hoy fue mi segundo día de clase.
Os cuento. Resulta que entre todas las razones por las que finalmente me cogí de los pelos y me traje hasta aquí, una que me interesaba mucho era poder sacarme el First Certificate de Cambridge en la convocatoria de Junio. Porque la cuestión es que de nada me sirve saber hablar inglés si luego no tengo papelitos en los que alguien haya firmado que sí, que sé hablar inglés. Así que nada, después de un par de semanas mirando unas escuelas y otras -bueno, básicamente fueron dos na más- finalmente me decidí por la escuela a la que puedo ir andando desde casa, que resulta que también es la más cutrecilla y la que menos aspecto de escuela de alto nivel tiene. Pero los pobres no eligen.
Además me habían dicho que había plazas y que me hacían una prueba de nivel sin compromiso y gratis. Así que me dije, pues nada, vamos a hacer la prueba sin compromiso y gratis.
La buena noticia es que Teresa, la chavala que me hizo la prueba, que es algo así como la secretaria y management del centro, me dijo que pasara olímpicamente del First y que me fuera directamente al CAE, el nivel Advance, o directamente al Proficient (ahí se pasó, pero supongo que intentaba captarme, así que en fin, todo vale, Y bueno, que me salió muy bien, obviamente xD).
La mala noticia es que me he perdido el plazo de inscripción por varias semanas, lo que significa que no puedo ir a la convocatoria de Junio. Podría ir a la de Diciembre, pero es que no creo que esté aquí entonces. O sí, no lo sé, pero vamos, no creo. Jo :(
El caso es que me quedé un poco mustia, porque ya me había hecho ilusión la idea del título, y sobre todo de salir de la casa para hacer algo con otros seres humanos que no fueran los niños y Victoria, o la pandillita de aupairs españolas majísimas que me he echado aquí. Entonces Teresa la Management me dijo que había unas clases de Advanced Conversation de 12 a 2 de la tarde (hora ideal para mi horario), y que el precio iba en función de las semanitas que me apuntara. Le dije que ya lo pensaría y me fui.
Y nada, lo pensé sabiendo que me hacía ilusión ir. La verdad es que estando entre ingleses me he dado cuenta de que a mi inglés le falta muuuuucho camino para ser british british, o al menos esa es la impresión que me da a mí estando aquí entre personas que llevan hablando inglés a diario toda su vida. Me atasco con las cosas más tontas, cuando en España me pasaba lo contrario, me salía la palabra en inglés y no en castellano.
Así que el martes pasado me apunté y hoy ha sido la segunda clase. Es un grupillo muy pequeño, somos supuestamente cinco, aunque otra chica aún no ha aparecido esta semana. Dos francesas (casadas con niños y viviendo aquí por el trabajo del marido), una chavala alemana y supuestamente otra alemana y una española, pero no sé yo. Y la profesora, Sania, es super buena gente. Además ha vivido en España varios años, así que es curioso comprar la impresión que se llevó ella de las cosas con las mías. Título no voy a sacar, pero la verdad es que me hace falta conversar como el comer.
Y en otro orden de ideas, me he comprado unos leggings xD
Para los que no sepáis por qué esto puede ser noticia, es que yo ODIO los leggings a muette. A ver, los veo a algunas personas y me parecen que les quedan monísimos y todo eso, pero para mí los odio. Me veo metro y medio más bajita con ellos (o sea, casi desaparezco, jajaja) y no me convencen las camisolas con las que se suelen combinar.
Hasta que llegué a London. Aquí es raro quien no lleva leggings de alguna manera o forma o estilo. Y resulta que el otro día que hizo tanto calor, les vi yo la utilidad. Porque las medias son muy finas y tienes que estar pendiente de ellas y de la falda, mientras que con el legging te da lo mismo. Asi que me metí en el Primark y me compré varias cosillas, entre ellas los leggings. Mañana los estreno, qué emoción.
Y por último he decidido contar que Jonty decidió que las 4 y media de la mañana era una hora aceptable para empezar a dar por saco. Me despertaron unos grititos horribles y casi ultrasónicos que emite. De verdad, en la vida he visto a un niño con la voz más de pito, que es peor cuando llora. Es que tampoco llora, son unos grititos como de rata...yo que sé.
Prometo que la siguiente entrada será menos peñazo, que vaya ladrillo.
Besitos desde el Támesis.